dietas de prescripción – Ateuves, para el auxiliar veterinario http://ateuves.es Si eres auxiliar veterinario, Ateuves es la web donde encontrarás toda la información técnica y de actualidad que necesitas Fri, 17 Jun 2016 08:33:16 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.5.2 Alimentación de pacientes con problemas renales http://ateuves.es/alimentacion-pacientes-problemas-renales/ http://ateuves.es/alimentacion-pacientes-problemas-renales/#respond Tue, 15 Mar 2016 12:02:38 +0000 http://ateuves.es/?p=3084 Para comprender la complejidad de los factores e interrelaciones existentes en un sistema orgánico, veremos como ejemplo el sistema urinario, formado por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. Los riñones son órganos que se deterioran debido a la muerte de las nefronas en un alto porcentaje de perros y gatos conforme envejecen. [...]

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Para comprender la complejidad de los factores e interrelaciones existentes en un sistema orgánico, veremos como ejemplo el sistema urinario, formado por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra.

Los riñones son órganos que se deterioran debido a la muerte de las nefronas en un alto porcentaje de perros y gatos conforme envejecen. Por supuesto, también pueden verse afectados por otras patologías, ya sean enfermedades congénitas (riñones poliquísticos en gatos persas, enfermedad renal familiar en el Cocker, Doberman, Caniche, Lhasa Apso, Shih-Tzu, etc.) o adquiridas (cálculos, etc.). Estos órganos tienen diversas funciones:

  • Mantienen el equilibrio del medio interno.
  • Producen amoniaco, que interviene en el mantenimiento del equilibrio ácido-básico en el organismo.
  • Secretan renina, que interviene en la regulación de la presión arterial.
  • Colaboran en la formación de hematíes por la acción de la eritropoyetina.

La enfermedad renal suele estar asociada a otras patologías, puesto que su prevalencia aumenta con la edad. Por ello, afecta a animales que generalmente sufren ya otras lesiones o una alteración de la funcionalidad de otros órganos, por ejemplo corazón e hígado, por lo que tendremos que tratar en primer lugar la afección más grave.

También puede existir una complicación en el mismo sistema urinario, como puede ser una insuficiencia renal concurrente con una obstrucción uretral por cálculos de estruvita, una patología cuyo tratamiento dietético no es compatible con el de la insuficiciencia renal.

¿Cómo funciona el sistema urinario?
El sistema urinario está compuesto por los riñones, los uréteres, la vejiga y la uretra. A los riñones llega sangre por medio de las arterias renales para que se lleve a cabo su depuración.
Una vez depurada la sangre, es devuelta por la vena renal hasta la cava caudal, que la conduce al corazón. Los desechos se concentran en la orina, que se almacena en primer lugar en la pelvis renal y después fluye por medio de los uréteres hasta la vejiga, donde permanece hasta su eliminación al exterior a través de la uretra.

¿Cómo funciona el sistema urinario?

Tipos de insuficiencia renal

La insuficiencia renal (IR) puede ser el resultado o el inicio de la enfermedad renal y se considera que existe cuando menos del 25% de las nefronas son funcionales. Hasta ese momento, las que permanecen inalteradas compensan la falta de actividad de las otras mediante una hiperfunción.

Se habla de IR cuando el riñón es incapaz de realizar sus funciones, principalmente la de filtración, por lo que se retienen en la sangre productos del catabolismo celular como urea, ácido úrico, fenoles, sulfatos, etc. También se producen variaciones en el equilibrio hidrosalino.

El término uremia o azotemia hace referencia a la acumulación de compuestos nitrogenados en sangre, típica en los casos en que existe insuficiencia renal. Podemos diferenciar diversos tipos de uremia según la localización de la lesión, que también influye sobre el enfoque del tratamiento dietético.

Uremia prerrenal

Restricción proteica en pacientes renales

Al restringir el nivel de proteínas en la dieta de los pacientes renales se evitan los signos de uremia, pero se debe prestar atención al desarrollo de insuficiencia proteica.

Aparece como consecuencia de alteraciones circulatorias debidas a deshidratación, hemorragia, hipotensión, insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) o hipoadrenocorticismo.

Estas patologías producen una disminución de la filtración renal. También se puede deber a un aumento del catabolismo de proteínas, por el consumo de dietas que las contengan en exceso o de fármacos catabólicos (como glucocorticoides, tetraciclinas, etc.).

Uremia renal

Debida a lesiones en el riñón. Generalmente las detectamos cuando el daño renal está avanzado, y el número de nefronas funcionales es inferior al 25%. Suelen predominar las lesiones orgánicas, como en las nefritis del perro o en las hidronefrosis por litiasis de perros y gatos, etc. Los síntomas son: poliuria (por la pérdida de la capacidad del riñón de concentrar la orina), azotemia, hiperfosfatemia, etc., que se detectan por pruebas de laboratorio (análisis de sangre y urianálisis).

Estas alteraciones producen unos síntomas inespecíficos como son: inapetencia, letargo, vómitos y diarrea, polidipsia y poliuria, pérdida de peso, pérdida de brillo en pelo, etc. Existen también otros más característicos como: deshidratación, adelgazamiento, palidez, úlceras orales, olor oral a orina, retinopatías, trastornos circulatorios y sintomatología nerviosa, con convulsiones en las últimas fases.

Uremia posrenal

Por obstrucción de las vías excretoras (uréteres, vejiga o uretra) debida a cálculos, tumores, hernias, etc., o a consecuencia de reabsorciones de productos nitrogenados en roturas o perforaciones.


Las dietas renales deben ser bajas en proteínas, en contenido de fósforo y de sodio y tamponadas contra la acidosis
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Dietas bajas en proteínas

Las dietas especialmente pensadas para pacientes con patologías renales se diferencian de las convencionales en cuatro aspectos:

Cómo debe ser la dieta para tratar la uremia o la insuficiencia renal

La dieta para tratar la uremia o insuficiencia renal debe contener una proporción reducida de proteínas pero de alto valor biológico, debe ser baja en contenido de fósforo y sodio, y estar tamponada contra la acidosis.

1Menor cantidad de proteínas, con el objetivo de conseguir un balance nitrogenado óptimo y limitar la producción de desechos de este tipo. Está demostrado que, al disminuir la cantidad de proteínas, se reduce el deterioro renal y, por tanto, se retrasa el avance de la insuficiencia renal, con lo que se consigue una mayor esperanza y calidad de vida. Además, las proteínas son de mayor calidad, en lo que se refiere a la proporción de aminoácidos limitantes, como la lisina y el triptófano. Los fabricantes eligen proteínas que los contengan para satisfacer los requerimientos de aminoácidos esenciales de los animales con la menor cantidad de proteínas posible. Al restringir el nivel de proteínas en la dieta se evitan los signos de uremia, pero se debe prestar atención al desarrollo de insuficiencia proteica. Por ello estas dietas contienen proteínas de calidad, que cubren las necesidades orgánicas del paciente. De esta manera, su metabolización produce una cantidad mínima de desechos derivados del catabolismo proteico (urea y otros compuestos nitrogenados), que normalmente excretan los riñones. No obstante, la ingestión de proteínas no debe bajar de 1,9 g/kg de peso corporal y día, en perros. Los gatos, carnívoros estrictos, tienen altos requerimientos de energía proveniente de la proteína de la dieta. Si esta no alcanza una proporción mínima, esta especie metaboliza su proteína corporal para producir energía.

2También llevan cantidades restringidas de fósforo, lo que tiene un efecto protector sobre el riñón puesto que se retardan las calcificaciones renales, no se produce hiperparatiroidismo secundario, disminuye el metabolismo energético celular, se reducen las alteraciones en las lipoproteínas asociadas con uremia y también se producen menos alteraciones hemodinámicas.

3Estas dietas tienen una alta concentración calórica, para reducir la cantidad de alimento que debe ingerir el paciente sin dejar de satisfacer sus necesidades energéticas. Estos animales suelen estar inapetentes y necesitamos cubrir sus necesidades con pequeñas cantidades de alimento que puedan ingerir.

4La cantidad de sodio está limitada, pues provoca hipertensión sistémica.

En resumen

La dieta para tratar la uremia o insuficiencia renal debe ser baja en cantidad de proteínas, pero de alto valor biológico, baja en contenido de fósforo, de sodio, y tamponada contra la acidosis.

Es importante que estos animales tengan siempre disponible toda el agua que precisen. Además, estos enfermos crónicos requieren un control muy estricto, y se deben realizar evaluaciones periódicas ya que es un proceso progresivo e irreversible en el que solo podemos mejorar las condiciones de vida del paciente.


Los pacientes con problemas renales deben tener agua a libre disposición
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*Extraído de: Julio Muñoz Giner. Qué son las dietas de prescripción veterinaria. Ateuves n.º 9, pp. 14-19.

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¿Qué son las dietas de prescripción veterinaria? http://ateuves.es/que-son-las-dietas-de-prescripcion-veterinaria/ http://ateuves.es/que-son-las-dietas-de-prescripcion-veterinaria/#respond Thu, 18 Feb 2016 09:38:09 +0000 http://ateuves.es/?p=2897 Las dietas de prescripción veterinaria no contienen fármacos, sólo distinta composición y proporción de nutrientes que las convencionales. Su objetivo es recuperar la funcionalidad, disminuir el deterioro de un órgano o ayudarle en la recuperación de su actividad. Son, por tanto, un apoyo al tratamiento con medicamentos, o incluso el único tratamiento. Para saber qué [...]

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Las dietas de prescripción veterinaria no contienen fármacos, sólo distinta composición y proporción de nutrientes que las convencionales. Su objetivo es recuperar la funcionalidad, disminuir el deterioro de un órgano o ayudarle en la recuperación de su actividad. Son, por tanto, un apoyo al tratamiento con medicamentos, o incluso el único tratamiento.

Para saber qué es una dieta de prescripción, primero debemos tener muy claro qué es una dieta: la ración alimenticia que se adapta, en su composición y proporción, a las necesidades digestivas y metabólicas de los animales a los que va destinada. Debe ser suficiente y equilibrada, y tiene que basarse en el estado fisiológico del animal en ese momento (crecimiento, mantenimiento, gestación, lactación o vejez) y en la labor que realiza (compañía, guarda, caza u otras actividades deportivas como tiro de trineo, etc.).

Dietas comerciales

Para empezar, tenemos que explicar a nuestros clientes que un animal está mejor alimentado con dietas comerciales que con las de elaboración casera. Si esto es así desde que es cachorro, en el futuro será más fácil instaurar una dieta de prescripción. Por ello, debemos dejar claro a los propietarios que las dietas caseras suelen ser desequilibradas en su composición, como consecuencia de que el propietario quiere satisfacer a su mascota dándole lo que más le gusta.


Un animal está mejor alimentado con dietas comerciales que con las de elaboración casera
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Incluso en el caso de dar alimento con una composición adecuada, el hecho de que no esté convenientemente mezclada y homogeneizada hace que el animal se coma lo que le gusta y deje lo que no le apetece. Por ello resulta complicado conocer la cantidad que hay que darle en la ración diaria.

Los piensos comerciales, en cambio, son equilibrados en su composición ya que se formulan en función de los requerimientos del organismo en las diferentes etapas de la vida y, además, la ración que se debe suministrar es fácil de calcular.

Estas dietas han sido minuciosamente estudiadas y comprobadas en las mismas especies a las que van destinadas.

Las dietas de prescripción no son medicamentos

Todo lo dicho anteriormente es válido para dietas de animales sanos, pero nuestras mascotas envejecen o enferman, y sus órganos se alteran. Entonces es necesario recuperar la funcionalidad del órgano, parar su deterioro o, al menos, retrasarlo. Esto lo conseguimos con la utilización de medicamentos y/o dietas de prescripción.

Dietas equilibradas

Queda claro que, si es difícil para el propietario preparar una dieta casera equilibrada para su animal, elaborar una eliminando algunos nutrientes, disminuyéndolos o restringiéndolos y aumentando otros en unas proporciones muy exactas es prácticamente imposible. Debemos tener en cuenta que, aunque nosotros le demos una receta equilibrada y el propietario la cumpla con exactitud, el animal enfermo escoge lo que le apetece y deja lo que no.

También se debe tener claro que las dietas de prescripción no contienen fármacos, ya que sólo suponen un apoyo al tratamiento con éstos. A veces son el único tratamiento que se administra.

Individualizadas

Dietas de prescripción veterinariaHay que explicar a la persona responsable del animal que no se prescriben por capricho, sino después de una evaluación clínica basada en un reconocimiento físico y unas pruebas complementarias como son análisis, radiografías, ecografías, electrocardiografías, etc. que hemos realizado a un animal enfermo o senil. Este tipo de pacientes requiere un seguimiento para controlar la evolución de su dolencia y ajustar el tratamiento y dieta a su evolución. Es importante tener en cuenta que los tratamientos siempre son individualizados, pues ante una misma enfermedad las respuestas no son iguales en diferentes pacientes, por lo que deberemos modificar los tratamientos y las dietas para cada uno de ellos.

Por otro lado, debemos considerar que generalmente está afectado más de un sistema orgánico, pues éstos están interrelacionados y sus funciones se complementan. Esto hace que a veces tengamos que optar por una u otra dieta, eligiendo en cada momento la que trata al sistema que pone en mayor riesgo la vida de nuestro paciente.

Importancia del seguimiento

Dadas las respuestas individuales a los tratamientos, tanto al medicado como al dietético, deberemos realizar un seguimiento de la evolución del animal. Estos controles se planificarán según la enfermedad, evolución y edad del mismo.

Muchas veces el paciente deberá continuar consumiendo las dietas de prescripción una vez retirada la medicación farmacológica. No obstante, se debe recordar que son “de prescripción” o, lo que es lo mismo, son un tratamiento, por lo que requieren un seguimiento clínico, con unos controles periódicos.

Además, tenemos que explicar al propietario que este tipo de dietas se prescriben a un animal al que hemos explorado y diagnosticado, por lo que no debe suministrárselas a otro. No olvidemos que la composición de estos alimentos es distinta a la de los convencionales, por lo que pueden provocar alteraciones en los sistemas orgánicos de animales sanos.


El paciente suele continuar consumiendo la dieta de prescripción tras retirar la medicación
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*Extraído de: Julio Muñoz Giner. Qué son las dietas de prescripción veterinaria. Ateuves nº 9, pp. 14-19.

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Las dietas de prescripción http://ateuves.es/las-dietas-de-prescripcion/ http://ateuves.es/las-dietas-de-prescripcion/#respond Mon, 15 Jun 2015 07:38:48 +0000 http://ateuves.es/?p=1383 La diabetes, el FLUTD, la enfermedad renal crónica, algunos trastornos cutáneos y otras patologías de distinta índole se pueden tratar con la ayuda de una terapia dietética adecuada, a veces imprescindible. Si bien por sí solas no permiten una curación completa, sí que mejoran la calidad de vida del paciente y, en algunos casos, sin [...]

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La diabetes, el FLUTD, la enfermedad renal crónica, algunos trastornos cutáneos y otras patologías de distinta índole se pueden tratar con la ayuda de una terapia dietética adecuada, a veces imprescindible. Si bien por sí solas no permiten una curación completa, sí que mejoran la calidad de vida del paciente y, en algunos casos, sin ellas no se podría recuperar la funcionalidad de los órganos afectados.

Una dieta de prescripción veterinaria está formulada con una cantidad de nutrientes es­pecífica para satisfacer las necesidades de los pacientes con una determinada enfermedad, descartando los inadecuados para dicha patolo­gía e incluso incrementando la cantidad de los más necesarios para solucionarla. No contiene medicamentos como tales, y por eso no se pue­de hablar de tratamiento en cuanto a su uso se refiere, pero sí es cierto que como alimentación específica necesita prescripción veterinaria y control posterior de la evolución del paciente. Este último punto es muy importante, ya que las dietas de prescripción únicamente se pueden ofrecer a los animales enfermos que han sido diagnosticados correctamente. En este sentido, se deben tener con ellas las mismas precaucio­nes que con los medicamentos. Esto se verá claramente con un ejemplo: una dieta pobre en proteínas diseñada para los perros con fallo re­nal no sería nada beneficiosa para un cachorro. Del mismo modo, las dietas destinadas al con­trol de la diabetes tienen una cantidad de fibra y de proteína mucho mayor a la que se conside­ra apropiada para un animal adulto sano. Así pues, hay que recordar al propietario que estas dietas no son un alimento cualquiera y que no se pueden utilizar como “complemento” para mejorar la salud general del animal, y menos si se encuentra en un buen estado de salud.

¿En qué patologías son efectivas?

Algunas de las patologías sobre las que se pue­de actuar con el apoyo nutricional de una dieta de prescripción veterinaria son diabetes, des­órdenes del tracto urinario (FLUTD en gatos), enfermedades hepáticas, cardiacas y renales, alergias alimentarias y desórdenes gastrointes­tinales. Vamos a ver a continuación algunas de estas dietas.

Diabetes

La diabetes se caracteriza por que los animales afectados tienen un elevado contenido de azú­car en sangre o hiperglucemia. Normalmente beben y orinan más de lo normal y pierden peso aunque el consumo de alimento sea el acostum­brado e incluso más elevado de lo habitual. Al­gunos también suelen vomitar.

Una cantidad extra de fibra en la dieta puede ayudar al animal a mejorar la digestión y ab­sorción de los carbohidratos, compuestos que ayudan a reducir el contenido de glucosa en la sangre. Por otra parte, la fibra reduce las subi­das incontroladas de azúcar en sangre tras las comidas.

Además de fibra, los perros diabéticos necesi­tan una dieta rica en carbohidratos, sobre todo complejos, ya que proporcionan glucosa al to­rrente sanguíneo más lentamente que los sim­ples. La cantidad de carbohidratos de la dieta debería ser igual o superior al 40%.

Respecto a las grasas, si el animal está obeso su ingesta debe ser moderada, en general no ha de superar el 20% de las calorías metabolizables de la dieta. Por este motivo existen dietas espe­cíficas que combinan el apoyo nutricional a la diabetes y a la obesidad en un mismo producto.

FLUTD

La enfermedad del tracto urinario inferior de los felinos o FLUTD produce la irritación de la mucosa del tracto urinario de esta especie. Se manifiesta por disuria, hematuria, polaquiuria, reducción del volumen de orina y, a veces, obs­trucción de la uretra. Si bien puede tener diver­sas causas, la más habitual son los urolitos o cálculos urinarios que, a su vez, están compuestos por estruvita o pequeñas acumulaciones de magnesio, amonio y fosfato, aunque en algunas ocasiones también puede haber oxalato cálcico.

Para resolver esta patología se puede plantear un tratamiento dietético a largo plazo que consiga la eliminación o disolución de los urolitos ya presen­tes y evite la formación de nuevos. Las dietas acidi­ficantes son efectivas para este fin y su composición ha de permitir la disminución de la concentración urinaria de magnesio así como la producción de una orina con un pH que se acerque a 6.

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Para evitar que los cristales de estruvita se vuelvan a formar una vez disueltos, una die­ta de mantenimiento deberá contener un nivel bajo de magnesio, ser altamente digestible y con una densidad calórica baja debido a que los gatos y gatas castrados tienden a engordar. Cualquier gato puede tener predisposición a formar estos cálculos, pero es precisamente tras la castración cuando se producen cam­bios de pH que dan lugar a que aumente dicha predisposición y además, a que se tienda a en­gordar con mayor facilidad, por lo cual esas dietas deben tener una composición adecuada para evitar ambos problemas. De esta manera, existirían para este caso dos dietas específicas, una para animales que ya tengan el problema y que diluya los cálculos, y otra dieta de man­tenimiento que sería la más habitual en la ma­yoría de los animales. En su composición no deberán faltar las proteínas de origen animal, y sustancias que aumenten la absorción de clo­ro, fosfato o sulfato. En este sentido, se tienen que evitar los alimentos ricos en cereales, ya que producen una orina alcalina.

Aunque nos centremos en la especie felina por su destacado porcentaje de casos debido a la es­tructura anatómica de su aparato urinario, estos problemas también podrían aparecer en perros.

Insuficiencia renal y enfermedad renal crónica

Con la edad, los riñones de perros y gatos pierden su funcionalidad y tienen dificultades para realizar correctamente el filtrado y la excreción de produc­tos de desecho que se acumulan en sangre, como la urea y la creatinina, así como la homeostasis de ciertas sustancias como calcio y fósforo. Una dieta terapéutica, si bien no cura la enfermedad, puede hacer que sus síntomas no sean tan graves y, además, mejorar la calidad de vida del animal. El objetivo fundamental del tratamiento consiste en reducir la cantidad de desechos de proteínas en el torrente sanguíneo pero, al mismo tiempo, proporcionar la cantidad adecuada de proteínas para satisfacer sus necesidades nutricionales. En este caso serán de elevada calidad.

La restricción de sodio actúa sobre dos de los síntomas más característicos del fallo renal: el aumento de la presión sanguínea y del fosfato en la sangre. Con esta dieta específica se consi­gue reducir la presión sobre el riñón y el nivel de urea en sangre. Por este motivo, una analíti­ca sanguínea nos dirá rápidamente la situación funcional de los riñones.

Una insuficiencia renal puede ser prerrenal, re­nal o posrenal, es decir, la verdadera causa del problema en los riñones puede tener un origen ajeno a los riñones, originarse en los propios ri­ñones o tras su paso por los mismos. Por este motivo es fundamental diagnosticar dónde está verdaderamente el problema para así poder ad­ministrar la dieta adecuada.

Una obstrucción uretral puede dar lugar a un fallo renal; en este caso sería posrenal, y para solucionarlo habría que tratar primero o al mismo tiempo la obstrucción, puesto que de otra manera no solucionaríamos el fallo renal. Este debería desaparecer al solucionar la obs­trucción y “destaponar” la salida de orina que produciría el “paro” en el filtrado de la sangre. Estos problemas pueden aparecer de manera rápida (aguda) y ser muy graves, de manera que la misión del veterinario debe ser la de contro­lar el fallo renal y lograr que este desaparezca, o cronificar la situación para, de esta manera, poder proporcionar al paciente una calidad de vida satisfactoria con la ayuda de un tratamien­to adecuado y una dieta de apoyo específica.

Alergias alimenticias

Los perros con alergia a algún componen­te alimenticio pueden manifestar síntomas propios de las dermatosis, así como diarrea principalmente. Las dietas de prescripción están destinadas en este caso a determinar qué ingrediente está provocando la patología. Contienen algún elemento nuevo con el que la mascota no ha estado en contacto, como carne de pavo o ternera y habitualmente pescado, y carecen de los nutrientes que forman parte de las dietas tradicionales como carne de pollo, etc. Esta alimentación se mantiene de forma estricta (sin complementos alimenticios, golo­sinas, etc.) durante aproximadamente un mes, antes de comprobar si ha resuelto los síntomas de la enfermedad. En cualquier caso, estas die­tas de descarte son habitualmente complejas de realizar, puesto que existen componentes casi comunes en todos los piensos. No obstan­te, como las alergias alimentarias normalmen­te tienen un componente proteico, es decir, la alergia está causada por el tipo de proteí­na presente en el pienso, se tiende a variar la fuente de la proteína. En otros casos, el pien­so está formado por una serie de ingredientes que se sabe que son hipoalergénicos, es decir, son diversos ingredientes que no suelen causar alergia, y en muchos casos la fuente proteica en vez de ser animal es vegetal (acostumbra a ser soja tratada para una mayor digestibilidad y asimilación). La mayoría de las dietas de este tipo y las que parece que están dando mejor resultado son las que tienen como única fuente de proteína el pescado.

El papel del auxiliar

El auxiliar puede actuar en estos casos como un enlace entre el veterinario y el propietario. Debe ser capaz de responder todas las cuestiones que le plantee y hacer un seguimiento de los pacien­tes, así como llamar por teléfono a un cliente e interesarse por la salud de su mascota mien­tras dure el tratamiento e incluso después puede mejorar el cumplimiento de la terapia. Por otra parte, el cliente sentirá que es alguien importan­te en el centro veterinario, que en ese lugar se preocupan sinceramente por su mascota y que están pendientes de su evolución. Esto, a su vez, fidelizará al cliente y repercutirá positivamente en el rendimiento de la clínica. De hecho las die­tas de prescripción veterinaria son una gran he­rramienta en la fidelización del cliente, porque él mismo siente que han sabido dar con el ali­mento adecuado que hace que su perro o gato se sienta mejor. Esto es especialmente apreciable cuando la causa era una alergia que provocaba constantes diarreas y ese producto las ha elimi­nado, o cuando su perro no podía andar correc­tamente y ahora parece haber rejuvenecido.

Extraído de: María Villagrasa y José Jiménez. Las dietas de prescripción, Ateuves 34, pp. 14-20.

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