Hay una serie de cuestiones clave para la prevención de problemas derivados de la presencia de parásitos externos en los animales de compañía. También conviene aplicar los productos con precaución en función de las características de cada animal, especialmente si es muy joven o tiene alguna enfermedad previa.
Los antiparasitarios para mascotas son una herramienta vital en el cuidado de la salud de nuestros compañeros peludos. Estos tratamientos vienen en diversas formas, como tópicos y orales, cada uno con sus propias características y beneficios. La elección del tipo de antiparasitario depende de las necesidades individuales de la mascota y las recomendaciones del veterinario. Además, es esencial seguir unas precauciones específicas, especialmente en animales jóvenes, ancianos o con problemas de salud, para garantizar una administración segura y efectiva del tratamiento.
Precauciones en animales “delicados”
La aplicación de antiparasitarios externos en animales jóvenes, ancianos o con sistemas inmunológicos comprometidos requiere precauciones especiales debido a la posible sensibilidad de estas poblaciones.
Para animales jóvenes (cachorros y gatitos)
- Edad mínima: algunos antiparasitarios tienen una edad mínima recomendada para su uso. Asegúrate de que el producto sea adecuado para la edad del cachorro o gatito.
- Dosis ajustada: utiliza la dosis correcta según el peso del animal. Los cachorros y gatitos pequeños pueden requerir dosis más bajas.
- Productos específicos para ellos: algunos antiparasitarios están formulados específicamente para cachorros y gatitos. Estos productos pueden ser más suaves y seguros para los jóvenes.
- Consulta veterinaria: conviene consultar con un veterinario antes de aplicar cualquier tratamiento en cachorros o gatitos, especialmente si son muy jóvenes.
Para animales ancianos
- Condiciones de salud: es preciso considerar las condiciones específicas del animal anciano. Algunas enfermedades crónicas pueden afectar a la elección del antiparasitario y la frecuencia de aplicación.
- Sensibilidad cutánea: los animales ancianos pueden tener la piel más sensible. Indica la importancia de observar cualquier reacción adversa y ajustar el tipo de antiparasitario según sea necesario.
- Condiciones articulares: animales ancianos con problemas articulares pueden tener dificultades para mantenerse quietos durante la aplicación. Hay que realizar la aplicación con cuidado para evitar molestias.
Para animales con sistemas inmunológicos comprometidos
- Consulta veterinaria previa: antes de aplicar antiparasitarios, hay que consultar con el veterinario si la mascota tiene un sistema inmunitario comprometido debido a enfermedades crónicas o tratamientos médicos.
- Productos suaves y seguros: utiliza antiparasitarios que sean conocidos por su seguridad en animales con sistemas inmunológicos comprometidos.
- Vigilancia posterior: conviene observar a la mascota de cerca después de la aplicación en busca de reacciones adversas, ya que estos animales pueden tener respuestas más pronunciadas.
- Ajuste de programa: el veterinario puede recomendar un programa de tratamiento modificado o menos frecuente para adaptarse a las necesidades específicas de estas mascotas.
Consideraciones generales de administración
- Control de peso: se debe ajustar las dosis según el peso corporal, especialmente en animales jóvenes o ancianos que pueden tener variaciones significativas en el peso.
- Productos compatibles: algunos antiparasitarios pueden tener interacciones con medicamentos. Comentar con el veterinario cualquier medicación actual.
- Seguimiento veterinario: realizar revisiones regulares con el veterinario sirve para evaluar la eficacia y seguridad continua del programa de tratamiento. En todos los casos, la consulta es esencial para garantizarlo en animales jóvenes, ancianos o con sistemas inmunológicos comprometidos.
Autora: Paz Peris, Profesora en el Departamento de Patología Animal, Facultad de Veterinaria, Universidad de Zaragoza.